Después de convertirnos en auténticos exploradores, arreglar nuestro huerto y hacer un 'Meteorito Polinizador', fuimos a visitar con mucha ilusión la Casa Murillo. Antes de entrar allí, estuvimos un rato en los Jardines de Murillo y vimos el árbol de los deseos; es un árbol donde se colocan cartulinas con los deseos que tienen las personas para Sevilla. Nuestros deseo fue tener una ciudad con más árboles.
Luego fuimos a ver todos los trabajos que habían hecho los cuatro colegios: Huerta Santa Marina, San José Obrero, Salvador Távora y Vélez de Guevara. Cada uno había hecho un proyecto diferente en su colegio, según la necesidad que tenían.
Justo al entrar nos impresionó mucho el toldo con hojas cosidas que dará mucha sombra al colegio. Luego nos encantó la idea de plantar árboles en el recreo de un cole que había sido talado por completo.
Pero la sorpresa más grande la vimos a continuación: nuestro gran hotel de insectos. Era una obra magnífica, impresionante, con luces, música... ¡era una de las cosas más bellas que hemos visto en nuestra vida!
Pasamos a otra sala y nos encontramos con algo muy extraño, un techo que parecía hielo, pero no lo era. Veíamos plantas dentro de bolsas con un material que contiene los pañales y ayuda al crecimiento de las plantas. Era un proyecto de la NASA, para comprobar si en el espacio podían crecer plantas.
Fuera, en el patio nos encontramos con unos cajones con ruedas con árboles y plantas, un huerto portátil. Nos pareció una idea muy interesante para todos los colegios que tienen poco espacio para crear un huerto. Además pensamos que así las plantas y las flores pueden estar decorando distintos sitios y clases del cole.
Para nosotros, Luces de barrio nos ha ayudado a cumplir unos de nuestros sueños: tener un huerto con árboles y plantas en nuestro colegio.